Diseño
para evitar el estrés en salas de espera
Con una área 'solarium' y conexión
a Internet, entre otras propuestas, un médico
busca que sus pacientes bajen el miedo y afán
mientras se les atiende.
¿Cualquier
consulta médica le genera estrés al
paciente, especialmente cuando se trata de mejorar
su imagen, comenta Iván Santos, cirujano
plástico especialista en estética.
Este
galeno encontró en la arquitectura una
forma de hacer más amable la espera de
sus pacientes y en la tecnología, un mecanismo
para tener la asepsia necesaria para sus procedimientos.
-Busqué romper el estereotipo del consultorio
común y corriente porque -más grandes
o más pequeños -todos son iguales.
Quien quiere mejorar su imagen necesita más
tranquilidad y una atención más
personalizada, explica.
Pero,
justamente, en eso radica el problema médico.
¿En cada consulta me demoro el tiempo que
tarde en despejar totalmente las dudas de la persona
y eso atrasa el cumplimiento de las citas, lo
que obviamente incrementa el estrés de
quien espera su turno y sufre la lectura de revistas
de hace 5 años, relata.
Por
eso, junto al arquitecto Juan Pablo Salguedo creó
un consultorio de avanzada que integra -pero separa-
200 metros de salas de cirugía, enfermería
y postoperatorio, vestieres y área administrativa.
La
sala de espera cuenta con televisor totalmente
plano y computador conectado a Internet para que
la gente se distraiga y se elimine la tensión.
Por
su parte, los espaciosos muebles modernos en colores
fuertes contrastan con el diseño de los
electrodomésticos y las líneas arquitectónicas
de estilo loft. ¿Es que no hay nada más
molesto que sentir que otro invade mi espacio,
que es lo que pasa con esas sillas pegadas y en
línea. Si voy a esperar, al menos que sea
de forma grata.
Un
café Internet y una terraza con solarium
también ayudan a eliminar el miedo y el
afán. Además, otorgan un espacio
para dedicarse un momento de relax.
¿Claro
que asimilar toda esta reforma no fue fácil
porque ¿al igual que la medicina¿
yo soy una persona muy clásica y estoy
acostumbrado al consultorio tradicional pero hay
que entender que ya llegó el siglo XXI,
recuerda.
Diseño y acabados
Partiendo de la premisa de que existe una reglamentación
que exige condiciones mínimas de higiene
para la cirugía, este par de diseñadores
se lanzaron a buscar novedades.
La
madera y el tapete son muy cálidos arquitectónicamente
pero al poco tiempo se vuelven sucios. Escogimos
el porcelanato porque tiene un brillo excelente
y, aunque es costoso de mantener, combina con
el acero de la carpintería y da una sensación
quirúrgica.
Iluminación
La iluminación que ofrece el diseño
tipo loft resalta la belleza de los acabados y
la altura de las puertas en vidrio. También
escogimos el primer piso porque así las
personas no deben meterse en un pequeño
ascensor y pudimos hacer cálido e íntimo
el consultorio privado con las flores del jardín
que se aprecia por la ventana.
La
otra gran novedad es que la ventana de piso a
techo se convierte en pantalla para proyectar
las fotografías digitales mediante un video
beem. Así podemos analizar en detalle qué
es lo qué queremos modificar y supervisar
los cambios que han surgido después de
las cirugías. Allí todo se hace
acudiendo a la tecnología. Por ejemplo,
el archivo fotográfico es completamente
digital lo que dejó de lado al papel y
la necesidad de espacio físico.
De
puertas para adentro
Además, al separar el consultorio de los
vestieres y la sala de postoperatorio con vidrios
templados y esmerilados se aprovechan aquellos
tiempos en los que no es necesaria la presencia
del médico. ¿Mientras la persona
se viste o se desviste o mientras se recupera
de un postoperatorio 10 ó 15 minutos, puedo
atender a alguien más cómodamente
pero guardando la debida intimidad.
Así
tengo la oportunidad de revisar a mis pacientes
las veces que sea necesario después de
las cirugías sin que el tiempo sea un limitante,
expresa. Y son vidrios de seguridad para que en
caso de que algún paciente se desmaye no
haya mayores consecuencias.
La
diferencia entre negocio y medicina
El primer reto fue separar la parte administrativa
de los consultorios. Considero que la salud no
se puede convertir en un negocio. Por eso separamos
el ambiente donde se habla de pagos y cheques,
entidades externas para cirugía y demás
temas financieros.
Es
que si en un restaurante, una perfumería
o un hotel se dedican a hacerle más grata
la vida a su cliente, cómo es que el médico
no va a buscar las mejores condiciones para su
paciente.
Tomado
de:
Especiales
Revista Habitar
|